Los efectos de la subida acelerada del euríbor empiezan a ser patentes. Los extractos bancarios que llegan a los domicilios de los hipotecados ya reflejan aumentos de varios cientos de euros en la cuota. A más de cuatro millones de familias, el euríbor —índice más utilizado para calcular la revisión de los tipos de variables de interés— les ha pasado por encima. Durante siete años, el euríbor ha estado en terreno negativo. Ningún tema de conversación o debate; no daba guerra. En abril de 2022, regresamos a niveles positivos y apenas ocho meses después se colocó por encima del 3%. Ahora está en 3,3%. “Por una hipoteca de 200.000 euros cerrada en abril de 2022 se redujo el valor a 300 euros después. Cada punto que sube el euríbor para esa cantidad de préstamo son 100 euros más mensuales”, indica Ricard Garriga, consejero delegado de Trioteca.
El desconcierto se extiende como una gran mancha de aceite. Los hipotecados que tienen la suerte de tener ahorros se preguntan si conviene amortizar de forma anticipada para pagar menos intereses. ¿Es buen momento para adelantar el pago de la hipoteca? Depende Hay unas cuantas variables que se deben tener en cuenta para acertar en la decisión. «En un momento como las actuales desubidas de tipos, si la hipoteca es variable y al revisar el préstamo se aplica un tipo de interés superior a la rentabilidad que genera depositar ese ahorro en una inversión alternativa, podría resultar interesante amortizar anticipadamente», sostiene Leyre López, analista de la Asociación Hipotecaria Española (AHE).
Muchos ahorradores se estánlanteando ahora amortizar hipoteca. “Lo vemos constantemente con los clientes”, confirma Jaime Aguilar, socio de asesoramiento patrimonial de Abante. “Venimos de un año muy malo en renta fija y variable, y estas personas castigadas piensan que, para no obtener rentabilidad, lo mejor es amortizar”, añade. Ahora bien, a pesar del impulso natural a querer cancelar cuanto antes la deuda, «es importante analizar las diferentes opciones desde un punto de vista financiero, ya que esta reducción de deuda no es sempre la opción plus», apunta Víctor Royo, jefe de plataforma comercial de Ibercaja.
El consejo que lanzan desde Abante es claro: «Si puede obtener una rentabilidad igual o superior al coste de financiación, no conviene amortizar y sí invertir», apunta Aguilar. El asesor destaca vehículos de alquiler fijo a plazos cortos con un riesgo muy reducido y rentabilidades muy atractivas, de alrededor del 3%, dependiendo del fondo. “Cuando los clientes ven los números a largo plazo se suelen convencer de que es más interesante invertir”, recalca.
Pone a caso concreto: una hipoteca de 250.000 euros a euríbor más 1% contratada en 2011 a la queden ocho años (el plazo es de 20 años). La hipoteca tiene 40.000 euros más. En este supuesto, el euríbor baja en 2025 al 2,5%, que es el nivel al que apuntan las previsiones del mercado. “En los ocho años que le quedan de hipoteca ahorra en intereses 6.548 euros si se amortiza. Pero si decide invertir en una cartera que ofrece un 3% de rentabilidad media anual, al final de este tiempo años la rentabilidad que obtendrá sobe los 40.000 euros es de 10.670 euros. Invirtiendo consigue 4.122 euros más de lo que se ahorra amortizando”, calcula Aguilar. Si en el mismo ejemplo quedaran 16 años de préstamo, el horro por amortizar sería de 13.844 euros y conseguiría una rentabilidad de 24.188 euros si invierte en una cartera con un 3% de rentabilidad media anual.
Es cierto que en 2022 los fondos de inversión han tenido pérdidas importantes. Pero el panorama está cambiando. «The evolution of the alza de los tipos de interés ha permitido lanzar interés al mercado products con tipos de muy interesantes y orientados a clients conservadores, por ejemplo, con inversión en deuda pública española o italiana. Además, es posible encontrar productos de inversión con importantes ventajas fiscales, como los planes de pensiones”, cuenta Royo.
Ahora bien, si el cliente es de perfil muy conservador, no quiere asumir ningún riesgo, no tiene interés en inverter, tiene los ahorros debajo del colchón o en una cuenta corriente que apenas le remunerará, su mayor opción es amortizar hipoteca. Eso sí, los expertos aconsejan no descapitalizarse nunca. «Es importante mantener un ahorro con el objetivo de poder hacer frente a posibles imprevistos», dice Royo.
Sin embargo, hay cuestiones más importantes, como si hay una degradación fiscal por amortización anticipada, de modo que suceda en las cuentas habituales de vida antes de 2013. Interesante concretar la amortización anticipada por igualar esa cantidad”, dijo Cristina de Marcos, titular de hipotecas de ING.
Cuanto tiempo queda
¿Cuántos años le faltan para terminar de pagar el préstamo? Esta pregunta es decisiva. Las hipotecas en España se rigen por el sistema de amortización inglés, según el cual al principio se abonan más intereses que capital y los intereses se rigen a medida que transcurre el tiempo. De esta forma, interesa amortizar en los primeros años de vida de la hipoteca y no al final. “Si acaba de firmar el préstamo, los intereses se amortizan y cuanto antes lo haga, mejor”, aconseja Ricard Garriga. En Trioteca, plataforma digital de hipotecas en línea, pon un ejemplo. Supongamos una hipoteca de 200.000 euros a 30 años tiene un tipo del 3% y un hipotecado con 10.000 euros de ahorro. “Si amortiza esos 10.000 euros en el quinto año de hipoteca va a tener un horro de 10.900 euros en intereses. A cambio, si la amortización en el año 25, y suponiendo que el tipo siga en el 3%, supondrá un ahorro de 1.600 euros”, calcula Garriga
También hay que prestar atención a la existencia de comisión por reembolso anticipado. «Es importante realizar los cálculos de manera meticulosa, ya que, aunque haya comisiones, sí puede merecer la pena amortizar», indican en ING. “Si ahorras 100 euros cada mes y la comisión es de 1.000 euros, adelante”, aconseja Garriga.
Al adelantar pagos hay que decidir si conviene reducir cuota o plazo. Depende de si el hipotecado puede asumir la subida del hipotecado, si es necesario liquidar… “Si quieres pagar lo mismo y vivir más unsahogado, mejor rebajar los plazos y pagar algo menos de intereses”, apunta Cristina Marcos.
Así pues, no hay solo que tener en cuenta el contexto de mercado. Es análisis fundamental de la situación financiera del cliente, comisiones, severidad fiscal u opciones de reversión. Y, en cualquier caso, siempre se puede cambiar a una hipoteca fija o mixta. Y dentro de dos años, volverse a engancharse a una variable. «Hay mucha gente que sigue sin saber que puede cambiar de hipoteca cuando quiera», recuerda Garriga.
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