La historia de Tolu Williams con las motocicletas eléctricas comenzó como un simple pasatiempo. Hace una década, este ex abogado apasionado por la mecánica se convirtió en su primer motor de Asia. Para el adaptador a las calles llenas de baches de su ciudad, Lagos, la capital económica de Nigeria, él mismo reforzó el chasis y las suspensiones. Ante el interés de familiares y menos cercanos, repitió la operación “dos veces, luego tres, luego cuatro, y finalmente se convirtió en un verdadero negocio”él dice.
Su empresa, Savenhart Technology (Siltech), ensambla vehículos eléctricos de dos y tres ruedas para los que importa la batería y el motor de Asia y Europa. El emprendedor también trabajó en el desarrollo de un modelo a medida para la start-up nigeriana Metro Africa Xpress (MAX). Esta plataforma de suscripción de rápido crecimiento para mototaxis y repartidores ahora comercializa sus propias motocicletas eléctricas.
“El objetivo es llegar a 10.000 en 2024”dice Tolu Williams por teléfono desde Ghana, donde MAX se está expandiendo. “Este mercado es todavía muy nuevo, pero si miramos el nivel de contaminación y congestión en las grandes ciudades africanas, todo apunta a que las dos ruedas eléctricas tienen un gran potencial en el continente”él dice.
Menos de 400 de unos 2,1 millones de vehículos registrados
En comparación con el parque automovilístico estadounidense, europeo o chino, los vehículos eléctricos (coches y motocicletas) siguen siendo una rareza en el continente africano. Los datos son fragmentarios, pero en Kenia, uno de los países más avanzados en esta tecnología, hay menos de 400 de unos 2,1 millones de vehículos matriculados. Sin embargo, los proyectos se multiplican y varios gobiernos han comenzado a desvelar planes ambiciosos.
En Uganda, para el nuevo año, el presidente, Yoweri Museveni, anunció que estaba en conversaciones con «ciertos inversores»para que los conductores de “boda-bodas” (mototaxis en África Oriental) puedan cambiar sus vehículos de gasolina por vehículos eléctricos de dos ruedas. “Gratis, un simple intercambio”aseguró, sin dar más detalles sobre la operación.
En Kenia, el objetivo oficial es tener un 5 % de vehículos eléctricos de todo tipo en toda la flota para 2025. En Ruanda, el país que se comprometió más temprano a apoyar el movimiento, el precio de la electricidad en las estaciones de carga está limitado al nivel industrial. y estas máquinas están exentas de derechos de aduana e IVA desde 2021. Las mismas exenciones se aplican desde hace unos meses en Benín, donde las motos eléctricas, al igual que en el vecino Togo, han empezado a ganar terreno.
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