Todavía escuchan voces bajo la montaña de escombros. «Nadie viene a ayudar, no podemos sacar a nuestros seres queridos». un hombre llora en un video publicado cuatro días después del terremoto que devastó el sureste de Turquía y el noroeste de Siria el 6 de febrero, dejando una cifra provisional de muertos de más de 35.000. Una docena de hombres y mujeres reunidos frente a los escombros de su edificio gritan desesperados. Al final del vídeo, «Escúchanos Haluk Levent», todos ellos truenan en coro a la atención del rockero turco a la cabeza de ONG Ahbap.
En otro video, publicado en Twitter 48 años después del desastre, se ve al cantante informando al ministro de salud, Fahrettin Koca, y a su homólogo de defensa, Hulusi Akar, sobre las operaciones de socorro. Enfrentada al peor desastre natural del país, y con su gobierno ampliamente criticado por su inacción, Turquía ha encontrado en la estrella de rock al salvador que necesita.
El artista con 8 millones de seguidores en Twitter, votada como la figura pública más fiable de Turquía durante cuatro años según una encuesta de Ipsos-MediaCat, envió al terreno a los equipos de voluntarios de su ONG en apenas dos horas. Envió camiones cargados de alimentos, baños y duchas móviles, agua potable, pero también socorristas. Una semana después del terremoto, instaló un campamento para albergar a 3.000 familias en Antioquía, una de las ciudades afectadas. La cartera de criptomonedas de Ahbap vale más de 2 millones de euros en dos días.
Las figuras públicas más destacadas del país, pero también empresas como McDonald’s o TikTok prefirieron dar a Ahbap antes que a Kizilay (la Media Luna Roja) o la Autoridad para el Manejo de Desastres y Emergencias (AFAD). El 12 de febrero, Haluk Levent cifraba en más de 49 millones de euros todas las ayudas recibidas.
Una broma convertida en una poderosa ONG
El rockero de 54 años, octavo de una familia de nueve hijos, proviene de un entorno de clase trabajadora. Tras una fallida carrera en el comercio, que le valió una estancia en prisión por cheques sin fondos, el hombre se lanzó a la música en 1993. Desde su primer disco, se convirtió en el ídolo de una juventud turca que no encontró ni en la aguada pop comercial entonces en boga, ni en la música arabesca de sus padres. Álbum tras álbum, Haluk Levent se ha convertido en una estrella nacional y una figura clave en el rock de Anatolia donde se mezclan riffs de guitarra y melodías tradicionales.
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