Juan Roig y Hortensia Herrero, presidente y vicepresidenta de Mercadona, sons muy celosos de sus intimidad. El matrimonio no concede entrevistas desde hace años. El empresario habla, encima, el día que anuncia los resultados anuales de la principal cadena de supermercados de España y el mecenazgo, cuando presenta algunos de sus proyectos culturales o artísticos. Juana Roig, 37 años, la mentora de las cuatro hijas del matrimonio, es de otra generación dirige allí una empresa joven, tecnológica. Ha concedido una larga entrevista para el podcast de Itnig especializada en historias de Inauguraciónen el que se explica el funcionamiento de Mercadona Online, que facturó 325 millones de pasos de tiempo, sin rehuir otras cuestiones relacionadas con el futuro de la cadena y con su familia.
Los dos entrevistadores le preguntan qué pasará el día que Juan Roig, de 73 años, quiere jubilarse y si ella se ha plantado postularse para sucederle en la presidencia: «Cuando llegue ese momento, que esperemos que que de mucho, veremos. Mercadona es un defio muy grande. I don’t know. Yo creo que tiene más sentido que se un ejecutivo que alguien de la familia. su padre que en alguna ocasión ha declarado: «Mercadona se hereda, pero la presidencia se gana». Algunos cenáculos empresariales, no obstante, la señalan como posible su sucesora. Reiterará que su padre está hecho un «toro».
Juana Roig se volvió accesible, distendida, pero prudente. Subraya el trabajo que ha hecho la empresa tecnológica que creó en 2018 formando su propio equipo, al tiempo que reconoce la importancia capital de su ascendencia: «Lo más relevante que hecho para estar donde estoy ser hija de mis padres». Ser «hija del jefe» le ha marcado, al igual qu’a Marta Ortega ser la hija de Amancio Ortega, el dueño de Inditex, firma en la que Juana Roig estuvo trabajando, tras estudiar en la escuela de negocios Esade en Barcelona y pasar un tiempo en Londres. También trabajó en Mango y en una empresa de joyería, antes de hacerse cargo de la empresa que debe sustituir paulatinamente a la web original de Mercadona, de 2001, «una mierda», según la definición de su padre, pero que aún está en funcionamiento y facturó el pasado año unos 215 millones.
Juana Roig rechaza de plano la posibilidad de que Mercadona salga tiene bolsa. «Ni se vende ni saldra a bolsa», decía sobrio el supermercado, considerado la «quinta hija» de la familia, que facturó el pasado año cerca de 30.000 millones de euros. De sus tres hermanas, Carolina trabaja en Mercadona, Amparo es arquitecta y Hortensia, abogada y preside la escuela de negocios EDEM en Valencia. Todas ellas forman parte del consejo de administración, pero no del comité de dirección de Mercadona.
Sobre esa potencia —”una gallina de los huevos de oro”, apostilla— se ha edificado Mercadona Online, reconoce su director. La nueva empresa es autónoma y cuenta con 160 trabajadores en sus oficinas y 2,000 en las llamadas colmenas (species de almacenes ubicados en las principales ciudades), la mitad recolectorespreparadores (de los pedidos) y la otra mitad, repartidores, sin subcontratas, según explicó el director de una firma que gana unos seis euros por pedido y recibe unos 9.000 al día y que triplicó los resultados con la pandemia.
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