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Sinforosa y Martín abandonan el lugar donde han vivido solos Durante 50 años

Martín y Sinforosa en La Estrella (Teruel).JOSÉ AYMA
  • Donde vivia en el olvido Los últimos de La Estrella: el pueblo donde sólo vive una pareja

Sinforosa Sancho89 años Martín Colomer, del 88, eran los dos únicos habitantes de La Estrella, la localidad turolense que acaban de abandonar después de casi cinco déadas de vivir solos.

Los años y sus problemas de salud han hecho que se hayan ido a vivir con su hijo a la localidad castellonense de Villafranca.

La Estrella suma así a los más de 60 núcleos deshabitados con que cuenta la provincia de Teruel y otros 90 en riesgo de despoblación.

El tesón de Sinforosa y Martín por mantener vivo su pueblo, ejemplo de la españa vaciadafue objeto de atención de los medios de comunicación y en las Navidades de 2018 protagonizaron el anuncio de la marca de coches Land Rover, que quiso elegir una historia real para promocionar sus vehículos.

En el anuncio aparecieron junto a sus gatos y sus perrostienen gallinas y abejas, e imágenes de algunos edificios de la localidad iluminada, entre ellos el santuario de la Virgen de la Estrella del siglo XVIII.

Y un gran árbol ante el que Sinforosa y Martín grabaron sus Navidades. «La Navidad antes aquí era normal. Estaban a lo mejor hasta las tres de la mañana bailando y brincando. Parece ayer, pero han pasado ya 60 años».

El matrimonio aparecía paseando por el pueblo, recogiendo verduras de su huerto, últimamente habían puesto una plantación de encinas para cultivar trufas, o preparando algo de comer en su casa.

Al final del anuncio se escuchaba: «Queríamos llevar la Navidad a Martín y Sinforosa, pero al final el regalo nos lo hicieron ellos».

Llevabán casi 50 años viviendo solos en el pueblo y se resistían a marcharse, pero su hijo Vicente no quería que continuara en La Estrella y prefería que se con él, su mujer y su hijo a Villafranca, una localidad castellonense con la que limita.

La preocupación era lógica ya que para llegar a La Estrella hay que recorrer más de 24 kilómetros por un angosto camino forestal que cruza entre barrancos de gran pendiente.

adams, no hay cobertura y para hablar por teléfono móvil tienen que someterse al monte. Durante la Nevada de la Borrasca filomene en 2021 se quedaron aislados e incomunicados.

No tenian agua corriente en la casaseguir una fuente pública y, hasta hace unos años, tampoco había luz eléctrica. Aseguraban que se regian por el reloj solar de la plaza, aunque el tiempo no era ningun problema para ellos: «Comemos cuando tenemos hambre y nos vamos a dormer cuando nos entra el sueño, sin mirar la hora».

Su vida carecía de lujos, pero no necesitaban nada más. «Nosotros nos hemos criado aquí y no nos lama nada marcharnos a otro sitio. Aquí estamos estupendamente cuidándonos el uno al otro y con nuestros Animaux».

Sinforosa y Martín estaban acostumbrados a recibir turistas los fines de semana, a quienes organizaron una visita guiada al santuario, la iglesia y las calles del pueblo. Asimismo, cada año los vecinos de Mosqueruela, en la comarca de Gúdar-Javalambre, al que pertenece La Estrella, suben en romería al santuario.

Donde vivia en el olvido

Silforosa, Martín y el pueblo de La Estrella apareció en uno de los reportajes de la serie «Donde habitó el olvido», publicado hace unos veranos en EL MUNDO.

En el poblado, que llego a tener unos 300 habitantes in los años cuarenta del siglo XX, quedan detalles de su historia: desde una riada que en 1883 destruida 17 casas y acabó con la vida de 26 personas, hata la place en memoria del torero Silvino Zafón, nacido en 1908 en la localidad y conocido venir El Niño de la Estrellaque murió en un accidente de moto en 1963 en Francia.

Martín registró que la posguerra «fue muy dura. Vimos cómo se llevaban a gente para fusilarla, amigos nuestros con sus hijos». La Estrella es el refugio de maquis desde donde pasaban en la vecina Valencia.

A la pregunta de hasta cuándo pensaron seguir solos en el pueblo, Sinforosa y Martín siempre contestan lo mismo: «Hasta que duremos, que tampoco será mucho». Ahora, con su marcha, La Estrella se ha quedado sin luz y sin sus guardianes.

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