Si se conviene en que se ha concedido un aumento de sueldo, olvídese de buscar ese momento propicio para colarse en el despacho del jefe y, con buenas palabras, narrarle de memoria sus grandes logros. Sin función. Conseguir una mejora salarial conlleva una negociación en toda regla para la que a menudo el empleado no se prpara. Pedir una cita formal, elaborar argumentos sólidos de la contribución a la empresa e investigar el valor de la posición que ocupa en el mercado son solo el punto de partida para iniciar esta compleja conversación.
A pesar de la incertidumbre, del alza de los costes, de una inflación al 5,8% y de la previsión de un crecimiento económico en clara desaceleración, el comienzo de año sigue siendo el mejor momento para pedir una revisión de las condiciones de pago. También se puede esperar a la evaluación del desempeño siempre y cuando en la empresa existe una definición clara de las funciones de cada puesto. En este escenario, el 82% de las empresas piensa están en subidas de salarios, frente al 17% que va à mantenerlos, según la Guía del Mercado Laboral 2023, elaborada por la consultora Hays. El estudio destaca también que el 55% de los empleados n’está satisfecho con su salario y el 65 % consideró que su sueldo no va acorde con el trabajo que realiza.
En un entorno de «optimismo», según la Guía Hays, en el que el 60% de las empresas esperan aumentar su factura, hay quién se plantea pedir una mejor retribución individual. Sin embargo, hablar de dinero resulta siempre incómodo, por lo que, si la firma está documentada en esta decisión, será importante elegir en el momento, configurarla y aplicarla más adecuadamente. En la actual coyuntura y ante una negociación de serie, la recomendación de Antonio Núñez, socio de Paragon Partners, sugirió que la propuesta de sousida salarial «no supere el 10%». Una cifra en la que coincide con José Carlos Díez, director de Orfin, catedrático de Thinking Heads de la universidad de Alcalá de Henares, para quien, si la empresa se encuentra en una situación financiera sólida, es un «buen momento» para que se normalice. sueldos en los ejecutivos ante la escasez de talento calificado y un mercado que busca, sobre todo, posiciones mixtas (técnicos, estrategia y venta), jefes de proyecto y déarrollo de negocio.
La primera demanda para solicitar un incremento de sueldo demandó un cierto ejercicio de introspección. Nadie como uno mismo para medir la contribución y el impacto de sus funciones en los resultados de la compañía. Si has realizado un proceso de formación para mejorar tus habilidades personales ante tus retos, no podrás hacer tu trabajo y si te obligan a hacerlo en el ámbito laboral o en sectores del futuro, tendrás que decidir. También conviene valorar si se han adquirido nuevas responsabilidades y con qué resultado. Preparar esta reunión requiere investigar también las bandas salariales que cambian en el fichaje con respecto a su perfil, para valorar si realmente es por debajo y en que tanto por ciento solicitar el aumento.
Solicita el encuentro
Si la respuesta a todas estas preguntas es positiva se impone solicitar un encuentro con el jefe. Un estudio del UK Biobank, un biobanco que recibe múltiples biológicos para la investigación, estableció la onza del mañana como la mejor franja horaria para ello. Esta reunión ha de pedirse siempre en modo presencial, en la oficina y con el jefe inmediato. «Nada de puentearle e ir a recursos humanos, porque él es la cabeza de los presupuestos del departamento y quien va defender tu subida», advirtió el presidente de la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos (AEDRH) y director de Personas de Telepizza, Jesús Torres. Otros errores que se cometen de forma reiterada y sin resultados son “entrar en comparaciones con otros compañeros y emplear argumentos agresivos del tipo ‘he recibido otra ofrecida”, añade Torres.
Este experto hace una salvación: «Si realmente te ha tocado la competencia, hay que decirlo de forma delicada, dejando siempre claro el compromiso con la empresa». Para el directivo, establecer una hoja de ruta clara y bien estructurada puede marcar la diferencia para concluir con éxito una negociación donde siempre hay mucha tensión. “Es mayor desistir hasta elaborado un argumentario que justifique la subida de sueldo, jamás acudirá con una actitud apocada o negativa o solicitar un incremento desproporcionado”, aconseja Torres. Pero no todo son números. Existen otros aspectos que los superiores manejan para valorar un aumento de sueldo.
“Evaluar si el candidato ha contribuido a mejorar la percepción de la empresa, las personas enganchadas a la marca o si se sabe que aporta ha avanzado en algún objectivo de desarrollo estratégico”, dice Núñez. Los argumentos que siempre funcionan, según este consultor, son aquellos que ligan la subida salarial a «proyectos de futuro en sectores stratégicos» (sostenibilidad, transformación digital, diversidad). Aunque también aconseje que haya qu’abordar esta conversación con asertividad y mentalidad abierta para aceptar un posible no y saber «escuchar propuestas más facturables en ese momento como bonus ligado a resultados, participación en acciones, formación, plan de carrera o beneficios sociales».
Por su parte, el presidente de la AEDRH recomienda frente a una negativa «preguntar el porqué e intentar construir un plan de futuro con promoción de carrera para conseguir ese aumento más adelante». Si aun así el candidato persiste en obtener esta mejora y no la logra, «no conviene descartar buscar afuera otras oportunidades». Pertenecer a un estudio de la empresa de software PayScale, desear una mayor remuneración y no obtenerla es la principal razón por la que las personas dejan sus empleos. “Y siempre resultará más sencillo lograr un aumento de ingresos en una nueva oportunidad profesional”, concluye Torres.
La pelea por los convenios
La crisis inflacionaria ejerce gran presión sobre la cesta de la compra y rebaja el poder adquisitivo de los trabajadores. Este contexto ha desatado una oleada de reclamaciones de subidas de payals en los convenios. “La negociación afectará el impacto en los empleados y diferenciará de manera muy significativa el impacto de la inflación para que las empresas asuman un incremento determinado del 4% de manera paulatina”, señaló José Carlos Díez. “Habrá que esperar a que la economía vaya bien, aumenten las ventas y las empresas lo puedan pagar”, añade. Así, de los más de 5.500 colectivos convenios que hay en España, se han resuelto cerca de 3.000 en el pasado año con una media de subida salarial del 3,5%. Un mensaje «que esperamos mjorar si conseguimos en la negociación subidas acordes al IPC, así como cláusulas qu’guarantee el mantenimiento del poder adquisitivo», dice el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján.
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