El gigante industrial 3M suma a la ola de despidos masivos, que hasta ahora había afectado principalmente a las empresas tecnológicas. La compañía estadounidense con sede en Maplewood (Minnesota) ha anunciado que ha encargado 2.500 trabajadores industriales en todo el mundo. Se trata del mayor recorte de plantilla qu’acomete en más de una década la empresa, que cuenta con unos 95.000 empleados.
“Espero que los retornos macroeconómicos persistan en 2023″, señaló el presidente y consejero delegado de la compañía, Mike Roman, en un comunicado. “Nuestro objeto es ejecutar las acciones que se inician en 2022 y ofrecer la mejor rentabilidad a clientes y empleados. Basándonos en lo que vemos en nuestros mercados finales, reduciremos aproximadamente 2.500 puestos totales de fabricación, una decisión necesaria para alinearnos con los volúmenes de producción ajustados”, ha añadido.
La empresa que fabrica Post-its y muchos productos industriales y de consumo. contactó a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC) que asumirá un cargo antes de impuestos de 75 a 100 millones de dólares en el primer trimestre de 2023 por los costos de reestructuración asociados al recorte de plantilla.
La empresa ha hecho públicos sus resultados anuales, que reflejan una caída de los ingresos por la fortaleza del dólar y el frenazo de la demande. El declive en los mercados de consumo se aceleró en diciembre, cuando se unió la importante desaceleración en China debido a las interrupciones relacionadas con el covid. «Al debilitarse la demanda, ajustamos la producción y controlamos los costos, lo que nos permitió mejorar los niveles de existencias», dice la empresa.
En el último trimestre del año, la facturación costó un 6,2%, hasta 8.079 millones de dólares (unos 7.435 millones de euros al cambio real) y en 2022 un bajo un 3,2%, hasta 34.229 millones de dólares.
La utilidad neta se redujo un 60% en el trimestre, ascendiendo a 541 millones de dólares, en parte por un carguero extraordinario por el abandono de la producción de perfluoroalquilos (PFAS, por sus siglas en inglés), un grupo de agentes químicos que se degradan y pueden acumularse con el paso del tiempo, con efectos perjudiciales para la salud humana. Por culpa de ese desplome del beneficio en el cuarto trimestre, el resultado también cae en el conjunto del ejercicio (un 2,4%, hasta 5.777 millones).
Para este año que empieza, la empresa prevé una caída de las ventas del 2% al 6%. Al debilitamiento de la demanda en general sumará el efecto de la salida de Rusia, la principal producción de respiradores desmontables, el impacto de los tipos de cambio y algunas desinversiones. La empresa también ha esperado una ganancia del beneficio para un ajuste del 10%.
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