Se supone que es uno de los hombres más poderosos de Francia, pero sobre todo el mejor informado. Después de todo, ¿no está su oficina al lado de la del Jefe de Estado, en el primer piso del Palacio del Elíseo? ¿No es el brazo derecho, la sombra proyectada por Emmanuel Macron durante una década? Sin embargo, este 1oh julio de 2020 por la mañana, Alexis Kohler, secretario general de la Presidencia de la República, no sabe lo que está pasando en la Porte de Clichy, en la corte de París: una reunión confidencial que conducirá, el 23 de septiembre de 2022, a su acusación por «tomar intereses prohibidos».

En este tipo de negocios, muchas veces todo comienza en el secreto de una oficina de investigación. A principios del verano de 2020, la jueza Virginie Tilmont, acompañada de su colega Nicolas Aubertin, da sus primeras instrucciones al comisario de división Guillaume Batigne, uno de los jefes de la brigada de represión de delitos económicos (BRDE). Los dos magistrados, que se declararon competentes para investigar los delitos de usurpación ilícita de intereses y tráfico de influencias de los que probablemente se atribuya a Kohler, parecen decididos a llegar al fondo del asunto.

Una semana antes, dieron por admisible la denuncia con acción civil interpuesta por la asociación Anticor, luego de que la Fiscalía Nacional Financiera (PNF) optara, no obstante, en 2019, por desestimar su primera iniciativa judicial. «Este caso es emblemático de los dos mandatos de cinco años de Emmanuel Macron»estima Mmi Jean-Baptiste Soufron, abogado de la asociación anticorrupción, deplora “la confusión de géneros entre política y empresa, patrimonio público y patrimonio privado”.

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A los ojos de los jueces, debemos avanzar rápidamente en este delicado caso y determinar si, durante sus diversas funciones en el Ministerio de Economía, entre 2009 y 2016, el Sr. Kohler pudo promover los objetivos de la empresa privada ítalo-suiza. empresa Méditerranée Shipping Company (MSC), un gigante del transporte marítimo (75.000 empleados, una facturación estimada en 50.000 millones de euros) con el que está relacionado a nivel familiar, como se reveló Mediapart en 2018 : los multimillonarios italianos que fundaron este imperio -la familia Aponte- son, en efecto, primos de su madre. Lo que caracteriza una sospecha de conflicto de intereses. Para empeorar las cosas, cediendo a las sirenas del sector privado, el Sr. Kohler incluso se unió a MSC durante unos meses, desde noviembre de 2016 hasta mayo de 2017, como director financiero de la rama de “cruceros”.

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