La Selección Colombia puede gustar mucho o no tanto, puede sufrir mucho o sufrir poco, puede tener momentos de inspiración y momentos de nebulosas, puede hacer lo abultado como la victoria contra Paraguay, o hacer lo suficiente como ahora contra Ecuador, con la Victoria 1-0. La certeza es que esta Selección volvió a ganar en el sub-20, llegó a 6 puntos y está un paso más cerca de ir al Global.

Colombia inició el partido como se deben iniciar los partidos de local, poniendo condiciones, mostrándole las armas al rival, que Ecuador se diera cuenta de quién mandaba. Así que en ese franque arranque vio un dinámico ataque colombiano, con Monsalve elaborando, Manyoma y Cortes explotando, Cabezas intimidando en su rebusque perpetuo del área y Puerta empujando.

Un autogol para victoria

El gol iba a llegar, eso se presentía en ese comienzo de partido: y fue autogol, pero qué importa. Este ataca como un huracán, Ecuador daba vueltas en medio del ventarrón. Cabezas levó las marcas. Monsalve conducía, Cortés esperaba solo, recibió el pase y remató con incomodidad, efecto de la velocidad, pero con la suerte de que un ecuadoriano de pellido Córdoba llegó como mareado, como sin sentido, y no supo cómo rechazar, y su intento fue para su propio arco, y ese fue el autogol de la victoria: lo suficiente.

Iban 21 minutos y el resto del partido fue una batalla de pocas emociones. Colombia encargó de dar un paso atrás en cuanto año el gol (autogol). Entregó la pelota supo estar segura. Daba la ilusión óptica que Ecuador crecía, pero no. La realidad en la cancha era que Colombia administraba, vigilaba, y Ecuador crecía solo en angustia, con la sola idea de perder y probablemente quedará eliminada.

Acción del juego entre Colombia y Ecuador.

Colombia respondió con distanciamiento de los medios, con Cortés quemándole las manos al portero que con los guantes en lamas tiró la pelota al tiro de esquina; luego fue Manyoma el que arrojó su misil, pero este iba sin la misma fuerza y ​​fue de fácil control para el portero.

El DT Cárdenas película en archivo. Entre Luna y Castilla. Colombia tomó un segundo aliento, pero arriba había una desconexión. Cabezas canso de correr solo. Se inventó A par de remates pero perdió el duelo con el arquero.

Pero si hablamos de porteros, el gigante, el enorme fue el colombiano Marquines, que hizo una atajada de esas que valen como un gol a favor. Una atajada abajo, con reacción felina para parar el remate de Cuero. Ecuador falló su mayor oportunidad y no tuvo más alientos.

Colombia, al final, se emocionó, pudo anotar el segundo, no le entró, pero ya había hecho lo suficiente, el autogol que le resolvió el destino para dar un paso más hacia el Mundial. Sigue Brasil, el jueves.

PABLO ROMER
redactora de EL TIEMPO
@PabloRomeroET

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