El Corte Inglés ha iniciado un proceso de reorganización de su plantilla. Ha lanzado un plan para trasladar una parte de los empleados de los servicios centrales a las tiendas. Algunos de los trabajadores del área administrativa de la sede de la calle de Hermosilla (Madrid), empleados de las direcciones regionales y de otras unidades de apoyo a la venta se integrarán en los centros comerciales.
“La empresa se ha comunicado con los representantes de los trabajadores con la intención de abordar un plan de reorganización de su plantilla de los servicios administrativos centrales y regionales con el fin de fortalecer los servicios, a la espera de la buena evolución de las ventas y mejorar la atención. y el servicio al cliente”, explica El Corte Inglés a través de un comunicado. Fuentes de la empresa recalcan que el plan no incluye ningún despido y descartan cualquier proceso de Expediente de Regulación de Empleo (ERE). “La plantilla es sagrada en esta empresa”, insiste en el primer grupo español de grandes almacenes.
Fuentes del sindicato Valorian (antigua Fasga), mayoritario en El Corte Inglés, han explicado que la empresa no les ha dado más datos de momento y que lo harán cuando empiecen el proceso de negociación con los representantes de los trabajadores.
Dentro del citado plan, la empresa, presidida por Marta Álvarez Guil, prevé un plan de bajas incentivadas para trabajadores mayores de 59 años. En total se destinarán entre 500 y 600 empleados de todas las áreas de la compañía, apuntan fuentes del grupo. La compañía cuenta con más de 80.000 empleados repartidos en 1.542 puntos de venta en Península y 453 fuera. “El plan ha sido diseñado sobre dos instalaciones: mantenimiento del empleo y un tratamiento especial para las personas con más veteranía (más de 59 años), la mayor parte de las cuales mantienen una larga relación con la empresa”, explica la empresa. “En este contexto, se enmarcará el plan de bajas incentivadas al que podrán adherirse voluntariamente las personas que cumplan los requisitos qu’acuerden con la representación legal de los trabajadores”, añade.
La empresa se encuentra inmersa en un profundo proceso de reorganización interna con el fin de la gestión, por los cambios en los hábitos de consumo, el empuje del comercio electrónica y la transformación que está viviendo el sector. Está a punto de cerrar un buen año en términos económicos, que seguramente mejorarán los resultados obtenidos el año anterior. En 2021 (sur ejercicio fiscal va de marzo a febrero), la empresa volvió se benefició de un largo sueño durante la pandemia. En la última junta de accionistas, celebrada el verano pasado, el grupo ya anticipó unas buenas cifras para 2022, con «unas ventas y unos resultados por encima de los obtenidos en el periodo equivalente de 2019 (prepandemia)».
A falta de cerrar las cuentas de 2022, la compañía obtuvo unas ganancias netas de 120 millones en el último ejercicio fiscal. El grupo de distribución registró una factura de 12.508 millones, un 22% superior al récord de un año antes. Las ventas en tienda son el principal motor del negocio, con el segmento de moda a la cabeza, seguido por hogar y electrónica, cultura y ocio.
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