Actualizado

González Pons critica el partidismo de los elegidos por el Gobierno: «Una cosa es ser progresista y otra distinta ser de obediencia sanchista»

González Pons, en una comparativa de octubre.PP/TAREK

El desbloqueo de los dos nombramientos de magistrados del Corte Constitucional corresponsales Consejo General del Poder Judicial no cierra en limpio la renovación del tribunal de garantías. Ya están los cuatro candidatos nominados y sus números sobre la mesa pero desde el Partido Popular se mantiene el oculto y la crítica respecto a los dos elegidos por el Gobierno: el ex ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y la ex directora general de Presidencia , laura dez.

El hueso popular sealan su evidente «partidismo» por haber formado parte del Gobierno que les designa y cuyas decisiones tienden a juzgar. Desde la dirección del PP se unió a Pedro Sánchez para retirar su elección y escoger nuestros números de «independientes». Creen en el PP que la unanimidad mostró ayer por los vocales del CGPJ respaldando a los dos juristas propuestos por el bloque conservador, César Tolosa allí María Luisa Segovianoesta última de marcado tenue progresista, pone en evidencia la marca ideológica de los otros dos números propuestos por el Gobierno.

Esta reflexión fue puesta de manifiesto por el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Ponsen una entrevista en Onda Cero, y repetida por otros miembros de la dirección popular contactado por EL MUNDO.

González Pons sostiene que «una cosa es ser progresista», como Mara Luisa Segoviano, y otra distinta es ser «de obediencia sanchista», como en su opinión son Campo y Dez. En este sentido, el vicesecretario popular que negoció con el Gobierno la renovación, finalmente fallida, del CGPJ, recalca que el órgano de gobierno de los jueces «ha dado una lección de resistencia democrática» impidiendo que el Gobierno impusiera también números de su elección al propio Consejo.

El Gobierno es quien lo tiene «secuestrado»

De hecho, Pons afirmó que el acuerdo para la renovación de cuatro puestos en el Tribunal Constitucional hubiera sido posible «desde el minuto uno», es decir, desde el pasado mes de junio cuando se agotó sus mandatos, «si Sánchez no hubiera intentado un toda costa condicionar la elección que coincida con el CGPJ». l asegura que desde su partido no se ha mantenido ningún contacto ni se ha dado indicación alguna a los conservadores vocales del Consejo para teledirigir su decisión.

ella dirige popular afirma que es el Gobierno quien mantiene «secuestrado» al Consejo tras haberle mermado sus funciones prohibindole hacer nombramientos y, posteriormente, levantar dicha prohibición pero sólo para que pudiera designar candidatos para cubrir los dos puestos que le interesaban a Sánchez, los de nuevos magistrados del Corte Constitucional.

Con estos mimbres, en la cpula del PP no ven posibilidades de reabrir la negociacin con el Gobierno para renovar el CGPJ, con mandato prorrogado desde hace cuatro aos. Las conversaciones para esta renovación entre el propio Gonzlez Pons y el ministro de Presidencia, Flix Bolaos, estuvieron a punto de llegar a buen puerto pero naufragaron en el ltimo minuto tras notar los popular que Pedro Sánchez está negociando en paralelo con ERC la derogación del delito de sedicina. Ahora, en la dirección del PP descartan devolver los contactos mientras Sánchez siga dependiendo de secesionistas (ERC) y abertzales (Bildu).

Cumple con los criterios de

El proyecto de confianza

cortar más