El presidente de Naturgy ganó 5,86 millones en 2022, un 5% más | Economía

El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, se paga 5,86 millones de euros en 2022, un 4,91% más que un año antes. El salario máximo directo de la Antigua Gas Natural Fenosa —que en 2022 registró un beneficio récord, un 36% superior al del ejercicio anterior— creció en todos los frentes: la remuneración en metálico; el traspaso al plan de pensiones; y hasta el seguro de vida.

En 2022, el sueldo metálico de Reynés ascendió a 2,83 millones de euros. De esta cantidad, 1,1 millones corresponden a su remuneración fija como presidente del consejo de administración; 1012, como sueldo anual por sus ejecutivos al frente de la primera gasista y tercera eléctrica española; 620.000 euros, como devengo anual del variable plurianual —el citado incentivo vinculado a la evolución bursátil de la energética— y otros 100.000 euros, por otros conceptos que no detalla. A esos montos hay que sumar 2.953 millones de euros en forma de portación su plan de pensiones. Y otros 71.000 más seguro de vida.

Estos emolumentos, incluidos en el informe anual sobre retribuciones de consejeros que Naturgy ha enviado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), determinarán a Reynés en uno de los primeros ejecutivos pagados mejores de la Bolsa española, aunque a mucha distancia de Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), Ana Patricia Botín (Santander) y José María Álvarez Pallete (Telefónica), el triunvirato de directivos pagados mejores de las cotizadas españolas.

¿Un 5% o un 18% más?

En su informe anual de retribuciones de 2021, Naturgy comunicó un sueldo total de Reynés de algo menos de 50 millones de euros. Mientras que, si la comparación se hace con una cifra, la subida rondaría el año el 18% —más del doble que la inflación— y no el 5%. Sin embargo, el ejercicio pasado el presidente de la energetica acabó percibiendo 5,58 millones. Esta diferencia, de algo más de 600.000 euros, responde —según han explicado fuentes de la compañía consultadas por EL PAÍS— tiene un incentivo a largo plazo ligado a la evolución en Bolsa que iba a vencer en 2022 pero que acabaría siendo prorrogado hasta 2025.

“En 2018, la compañía anunció para el período 2018-2022 un vehículo retributivo plurianual ligado, entre otros factores, a la evolución de la acción en este período”, explica un portavoz de la energética. «Cuando se actualizó el plan estratégico y esta retribución variable ligada al vehículo se dañará hasta 2025, la compañía anunció un anticipo monetario de ese vehículo para los directivos». A diferencia de en 2021, las cifras de 2022 sí incluyen el devengo de ese anticipo. ¿La razón? Que el acuerdo para ampliar ese complemento retributivo se adopte después de la junta general de accionistas, según estas mismas fuentes, mientras que las cuentas e informe se publicaron antes.

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