Estás vivo. Un mensaje en el contestador de la centralita de Desigual advierte de que su horario de oficina es de lunes a jueves, desde las 8.30 a las 17.45 horas. Y lo cumple. Es una de las empresas que aprobó en 2021, tras someterlo a votación, la jornada de cuatro días, con opción de un día de teletrabajo, a cambio de reducir un 6,5% el salario. Además, desde finales de 2021, la agencia de marketing digital Good Rebels disfruta de este tipo de jornada en las oficinas de España, el Reino Unido y México. In principio era una manera de tener a sus 135 empleados motivados y descansados. Al cabo de un año observaron algo más: midieron la competitividad, esto es, las ventas por empleado, y observaron que la productividad se ha incrementado en los últimos 12 meses un 7%.

«Tomamos el dato con precaución porque veníamos de meses complicados por la pandemia y habíamos aplicado medidas para los procesos de trabajo, pero hemos visto en los meses posteriores que la reducción de jornada no ha perjudicado la productividad, sino todo lo contrario, que seguimos con el mismo crecimiento, ya la vez tenemos a la gente motivada”, dice Fernando Polo, Gerente General de Good Rebels. tipo de jornada»: 100-80-100. Reducir el tiempo de trabajo al 100% del salario, reducir el tiempo de trabajo al 80% y manteniendo el 100% de la productividad.

No hay empresa que después de haberlo probado vuelva atrás. La reflexión es de Íñigo Errejón, defensor de la jornada de cuatro días, 32 horas de trabajo, sin rebaja salarial. “Aumenta la productividad, te permite ganar calor y tiempo de vida, impacta positivamente en el medio ambiente para que reduzcas desplazamientos, te distribuyas al trabajo y te fomentes, al disponer de tiempo, consumes más negocio de circuito”. Es la revolución obrera de las siglas XXI. «Hace un siglo, España conquistó el derecho a la jornada laboral de ocho horas, y ahora tenemos que seguir avanzando en la batalla por el tiempo. Es la pelea del futuro, liberar tiempo, trabajar menos aprovechando la tecnología para obtener lo mismo con menos esfuerzo. Nos toca abrir el debate y hacer políticas públicas en este sentido», explicó la diputada de Más País.

Errejón se refiere a las ayudas, con una estimación global de 10 millones de euros, que aprobó el pasado mes de diciembre el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para las pequeñas y medianas empresas (pymes) que desarrollan proyectos piloto de reducción de la jornada laboral a cuatro días a la semana con una duración mínima de 24 meses. “Es una línea de apoyo a las empresas, y su implantación definitiva dependerá de la organización de los trabajadores de las empresas”, explicó, consciente de que las reticencias iniciales son normales. “El logro de la jornada laboral de ocho horas no se organiza en un Seminario. Cuesta mucho lograr avances sociales y es necesario superar la cultura del presentismo, que no se corresponde con la cultura de este siglo. No consiste en echar más horas sino en hacerlo mejor”, prosigue.

Coincide con la idea de replantar el sistema de trabajo fijo desde hace cien años Alejandro Peral, residente desde hace dos años y medio en Gambia y director de tendencias y políticas digitales en Harmon Corporate Affairs, consultora que ha aprobado un manifiesto en el que se abordó la flexibilidad laboral, y donde se afronta el tema de la reducción de jornada. “Se deben analizar las condiciones y los desafíos del mercado de trabajo, con énfasis en las condiciones de pago o formativas, además de si las horas que estamos trabajando tienen sentido. Las 40 horas repartidas en cinco días no se han puesto en cuestión en años y es necesario reconsiderar esta opción”, explicó. Es algo que está en el debate público y conecta con la idea de progreso. Trabajar menos y producir más entronca con los temas de justicia social. Esto significa, dijo Peral, que el ideal de la sociedad es trabajar menos, producir lo necesario y no tender a la sobreproducción y distribuir todo de esta manera más equitativa. «Esto conlleva que habrá gente con más tiempo libre y menos dedicación laboral, lo que lleva a rediseñar el ocio y el tiempo libre ya una redistribución de la riqueza».

La crisis del coronavirus fue en muchos casos el detonante para explorar este tipo de médidas. En Simeom Capital, a cambio, ha establecido «interesados ​​​​en trabajar líneas adicionales dirigidas a la mayor de las condiciones laborales» antes de la covid, según su director, Francisco Artis. Aun así, no fue hasta abril de 2021 cuando la compañía comenzó a experimentar una jornada laboral de cuatro días semanales, sin reducción de salario y con un total de nueve horas diarias. “El objeto era comprobar si la existencia de una mayor satisfacción por parte del trabajador y esto repercutía positivamente en la productividad de la empresa”, afirmó Artis. Tres meses después de probar la nueva jornada en dos de sus departamentos tuvieron claro que sí, por lo que la medida sigue extendiéndose al resto de las áreas. Ahora, 187 empleados (45% de la plantilla) disfrutan de ella. “Es difícil hacer un café para todos, pero una vez que se ha comprobado que funciona y que es bueno, damos otro salto a otra unidad”, explicó.

Vida libre

La fórmula también funcionó en la firma de riesgo de capital Byld, donde hace un año que los empleados no trabajan los viernes. “No ha repercutido para nada en el nivel de satisfacción de los clientes ni ha habido más retrasos en las entregas”, aconsejó el consejero delegado de la compañía, Adrián Heredia. En lo que sí que ha influido, en cambio, es en hacer su empresa más atractiva para el equipo: “No lo hacemos desde una plantación de cómo podemos ser más productivos porque ya lo éramos. Más bien se trata de hacernos más felices y disfrutar del camino. Evidentemente, tiene que haber un buen salario, pero hay muchos más factores por los que una persona pasa dos terceras partes de su vida trabajando”, advierte.

Existe un sobrio debate adicional sobre si esta reducción de jornada debe ir acompañada de una bonificación salarial. Este fue el plantamiento de Telefónica con el plan lanzado en junio de 2022 que fue rechazado mayoritariamente por la plantilla dado qu’acarreaba una reducción de sueldo. “Lo importante es alinear los intereses de todo el mundo, identificar las cosas que eran improductivas para mjorar los puestos de trabajo y la calidad de vida de las personas. Francachela, que nada más salir del confinamiento adoptó la medida para las 70 personas de plantilla, la mayoría de las mujeres. y fue ese momento el que nos ayudó a modernizar las empresas». Fue una medida de emergencia que repercutió en la productividad. «Además de que trabajar cuatro días te cambia la vida». Parabien.

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