Tras un dulce 2021 para Elon Musk —cuando se coronó como el hombre más rico del mundo—, un 2022 aciago. El empresario estadounidense, en el ojo del huracán desde que en octubre se convirtió en mandamás de la red social Twitter, ha visto como su todavía vastísima fortuna se evaporaba en 132.000 millones de dólares (124.000 millones de euros). El alcalde parte de esta caída, que ha relegado a la segunda posición en la clasificación global de millonarios, está vinculado con el batacazo bursátil de Tesla: en 12 meses, el fabricante de coches eléctricos que fundó y dirige, ha perdido las dos terceras licencias con su valor. Una tendencia avivada por las ventas de acciones ejecutadas por el propio Musk.

El tormento de Tesla — que, no obstante, había multiplicado exponencialmente su valor de mercado en los últimos años — no es ni mucho menos un caso aislado entre las tecnológicas, unas empresas que en tiempo récord ha pasado de vivir días de vino y rosas — en especial, durante la pandemia—a pour obligados à aplicar recortes de plantilla ycosts para atemperar la preocupación de sus accionistas.

El batacazo bursátil de los Meta (Facebook), Alphabet (Google), Amazon o Microsoft ha provocado un auténtico terremoto en la clasificación mundial de multimillonarios, con sus fundadores perdiendo posiciones a marchas forzadas. Mark Zuckerberg (Meta) ha pasado de la sexta plaza ni siquiera figurar entre las 20 mayores fortunas del planeta; Larry Page y Sergey Brin (Alphabet) bajan del quinto y septimo lugar en 2021 al décimo y undécimo en 2022; y Jeff Bezos (Amazon) pasó al sexto. Solo Bill Gates (Microsoft) mantuvo su puesto en el ranking, el mismo, solo una vez con una pérdida perdida en el valor total de su fortuna, que pasó de 138.000 a unos 109.000 millones de dólares, según los datos de Bloomberg.

El de Musk es, sin embargo, un caso aparte. No solo es quien más ve mermado su patrimonio, sino por su comportamiento errático en los últimos meses, sobre todo tras la compra de Twitter. Sabedor de los temores, el polémico e iconoclasta empresario de origen sudafricano ha remitido esta semana un correo electrónico a los empleados de Tesla —en muchos casos, también perjudicados por la sacudida en Bolsa, porque parte de su salario lo cobran en acciones— pidiendoles calma : «No os preocupéis demasiado por la locura del mercado de valores. A medida que demostremos un desempeño excelente continuo, el mercado lo reconocerá.

En un año de máxima volatilidad, a veces en el macroeconómico como en los parques, que han sufrido tanto la incertidumbre por la invasión rusa de Ucrania como por la agresividad con la que los bancos centrales han respondido a la escalada inflacionista, la riqueza agregada de las 20 mayores fortunas del mundo cayeron en 360.000 millones de dólares (336.000 millones de euros). Pero el golpe no ha sido ni mucho menos simétrico: los sectores tradicionales han capeado bastante mejor el temporal. Lo más importante para todos es el francés Bernard Arnault, el mayor jugador del conglomerado francés del grupo LVMH (Dom Pérignon, Hennessy, Christian Dior, Bvlgari…), que tuvo una gran semana en Musk y se convirtió en uno de los más grandes. hombre Rico del planeta. Hacía décadas que un europeo no cerraba el año liderando la clasificación de milmillonarios, histórico coto privado de los estadounidenses. Todo, a pesar de ver reducida su fortuna en más de 13.000 millones.

Adani e India: el futuro que vive

Otro ejemplo de cómo los clásicos sectores defensivos pueden resistir mucho más que la tecnología y el impacto de la incertidumbre y la escalada de tipos de intereses, es el indio Gautam Adani, asentado ya como tercer hombre más acaudalado del globo. Titular de un emporio que lleva su apellido y qu’abarca un sinfín de negocios -de la minería al deporte-, ha probado la jugosa oportunidad que le brindó la crisis energética para reforzar su por sí sólida posición financiera. El estallido de los precios del carbón ha sido un potente vienso de cola, como también lo han sido los cuellos de botella en el comercio internacional: mientras las cadenas de suministro globales sufrían lo indecible, la división de su holding dedicado al transporte marítimo se hacía Golden .

Adani no es solo el primer asiático que se instala en el podio de multimillionarios. Es, también, el segundo nacional de un país emergente en hacerlo, tras el mexicano Carlos Slim, que ahora ocupa el duodecimo lugar. Su salto reciente —hace un año era decimocuarto y hasta poco antes ni siquiera conseguía colarse entre los 20 primeros— ha sido exponencial: tras duplicar su fortuna en 2021, este 2022 se anota una ganancia neta de 44.600 millones de dólares, un avance al alcance de muy pocos. Y encierra una lectura más allá de lo individual, de orden geoeconómico: India, un gigante que está a punto de superar a China como el país más poblado sobre la faz de la Tierra, ya tiene dos nombres en el ramillete de los ocho más ricos del mundo. El segundo en discordia es Mukesh Ambani, el mayor colaborador de Reliance Industries, otro coloso con intereses en logística, energía, telecomunicaciones o infraestructuras, entre otros.

Weighs al dominio occidental —17 de los 20 más ricos son americanos o europeos—, la pujanza de India y, por tanto, de Asia se puede interpretar casi como una avanzadilla del mundo que viene: el centro de gravedad del comercio y la economía ya se ha desplazado del Atlántico al Pacífico; y los patrimonios, antes o después, seguirán su estela.

ortega primer espanol y tercer europeo

De lo global, a lo doméstico. El fundador de Inditex (Zara, Massimo Dutti, Bershka…), Amancio Ortega, se mantendrá en 2022 como el español más rico, con una fortuna estimada en 55.200 millones de dólares. Es, sin embargo, 12.300 millones menos qu’a cierre de 2021, un descenso que le descabalga de los 20 primeros puestos, en gran medida por la pérdida de valor acumulada por la firma textil, que sa 13 % en une ejercicio marcado de principio a fin por la guerra de Ucrania. Russian era, hasta marzo, el segundo mercado más importante de la compañía gallega por número de tiendas. Un golpe de primer orden que ha pasado facturado a Ortega.

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