CARTA DESDE TOKIO
La imagen puede sorprender: una niña de rostro soñador sentada sabiamente entre su padre Kim Jong-un y su madre, Ri Sol-ju, en la mesa principal del banquete de celebración del 75mi aniversario de la fundación de las fuerzas armadas de Corea del Norte, el 9 de febrero, con de fondo una asamblea de oficiales de alto rango, con el pecho cubierto de medallas…
En otra foto, la pequeña, de nombre Ju-ae, asiste desde la tribuna oficial de la plaza Kim Il-sung al gran espectáculo del desfile militar nocturno durante el cual se desplegó una cantidad récord de misiles, destinados a demostrar al mundo que la República Democrática La República Popular de Corea (RPDC) ha pasado a la etapa operativa en armas balísticas y nucleares. Un paso adelante como lo demuestran los misiles de largo alcance disparados el 18 y 20 de febrero que se estrellaron en el mar de Japón.
Ju-ae, de diez años, fue vista por primera vez caminando de la mano con su padre en la plataforma de lanzamiento de un misil Hwasong-17, el misil balístico intercontinental más avanzado de Corea del Norte, probado el 18 de noviembre. Las apariciones mencionadas en febrero son conmemoradas por sellos postales en circulación desde el 16.
En un régimen donde todo lo relacionado con el líder está coreografiado a la ligera, donde nada es espontáneo ni se deja al azar, la proliferación de estas imágenes en los medios oficiales transmite un mensaje que desconcierta a los especialistas de la RPDC.
Según la especulación más aceptada, su presencia auguraría la preparación de Kim Jong-un para su sucesión. Cheong Seong-chang, director del centro de estudios de Corea del Norte en el Instituto Sejong de Seúl, apoya esta interpretación. Otros expertos son circunspectos. “Antes de convertirse en posible sucesor, el aspirante debe estar adornado con todas las virtudes. Cosa que aún no es el caso de Ju-ae», argumenta Yang Moo-jin de la Universidad de Estudios de Corea del Norte en Seúl.
suposición prematura
Dada la naturaleza de un régimen basado en el «linaje del Monte Paektu» (un volcán extinto en la frontera de China en los flancos permitió a los partisanos luchar contra los japoneses bajo el mando de Kim Il-sung), la sucesión no puede ser tan dinástica.
La preparación de la sucesión de Kim Jong-un, de 39 años, parece una hipótesis prematura, aunque su estado de salud ha suscitado preocupaciones en reiteradas ocasiones. Si su intención es zanjar su sucesión, la elección de Ju-ae sería cuando menos inesperada en una sociedad caracterizada por un patriarcado dotado de neoconfucianismo, y aún preñado incluso en el Sur. Kim Jong-un tendría tres hijos, incluidos dos niños que nunca se han visto. Ju-ae es la primera en aparecer en público.
Te queda el 47,83% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.