Borrón y cuenta nueva para Iberdrola y el Gobierno mexicano. Un día después del anuncio de la venta del 80% de su generación comercializada en el país norteamericano de una empresa, la electricidad española ha abundado en los terrenos de la operación. “Creemos que entramos en una nueva etapa de las relaciones con el Gobierno mexicano”, afirmó el director financiero, José Sainz, durante una presentación de la operación ante los analistas. El ejecutivo ha profundizado en los argumentos que ya recogía el comunicado qu’anunció las transacciones, como el advance en los planes de carbonización (casi todo lo que se ha vendido eran plantas de ciclo combinado) or el fortalecimiento de la posición financiera de la compañía , que llevará 6.000 millones de dólares (5.500 millones de euros al cambio actual). La idea es invertir en este dinero prioritariamente, aunque Sainz también ha citado «oportunidades en renovables» dentro de México. «No hay oportunidades en el corto plazo en Europa y Estados Unidos, pero seguimos comprometidos con México y Brasil», ha dicho.

La presentación va acompañada de un documento titulado La Nueva Iberdrola México. Se explica que 7.500 de los 8.5349 megavatios (MW) se traspasarán forman parte de concesiones que el Gobierno del país norteamericano tenía que traspasar, y que cuatro activos (equivalentes a 1.400 MW) tienen litigios abiertos pendientes con los reguladores mexicanos. «Esos problemas de regulación se van con los activos», ha asegurado el director financiero. Iberdrola calculó que la pérdida de esos activos, y el negocio que conlleva, tenderá a tener un impacto de unos 90 millones en su beneficio neto. Sainz ha defendido que «no es una cifra difícil de compensar para un grupo como Iberdrola», que en el último ejercicio se ha anotado una ganancia récord de 4.339 millones.

Iberdrola mantendrá en México su negocio de clientes privados y 2.427 MW de generación (1.059 de ellos, no renovables). Para 2023 se estima un ebitda de 400 millones de dólares provenientes del país norteamericano, lo que supone un 45% del obtenido en 2022. Además, suma la posibilidad de liberar otros 6.000 MW en plantas solares o eléctricas. Esto permitiría «aumentar el crecimiento en México», según el documento difundido a medios y analistas, «con mayor certidumbre». De hecho, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el de la eléctrica española, Ignacio Sánchez Galán, ya escenificaron este martes en la capital norteamericana la nueva etapa de buena sintonía.

Pese a ello, la multinacional especifica que la operación cumple el objetivo estratégico de «aumentar la exposición a zonas con calificación crediticia A». Es decir, EE UU y Europa, que cuentan con jugosos programas y legislaciones para acelerar la descarbonización de sus economías. Con el desglose de las operaciones mexicanas, la capacidad libre de emisiones de Iberdrola aumenta del 70% al 85%.

La primera potencia económica mundial parece el objetivo prioritario. «Probably va a acelerar el aumento en EE UU», ha enfatizado Sainz, quien ha hablado tanto de déarrollo de proyecto como de la posible adquisición de activos existentes y de otras compañías. EE UU era hasta ahora el tercer país con mayor capacidad de generación para Iberdrola (tras España y México, al que ahora adelantará) y el cuarto en facturación (tras España, Reino Unido y Brasil). “Piensa que estás en el país que presenta más oportunidades en el mediano y más amplio plazo”, resumió el director financiero.

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