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Entidades empresariales reclaman que la Generalitat gestione todos los recursos generados en Cataluña como el Pas Vasco o Navarra

Representantes de la empresa en la presentación del informe.EDUCACIÓN FÍSICA
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Un sector del empresariado cataln blande nuevamente una de las viejas banderas del nacionalismo, el pacto fiscal. Tras varios años soterrada por el procesosla solicitud de un sistema propio de financiación que emule el concierto economico vasco o el convenio navarro y deje a cataluña al margen del esquema común recobra importancia. Como lo escenificaron, el pasado viernes, las organizaciones impulsaron una manifestación que denunció el déficit fiscal crítico y alertó de los efectos que tiene para el bienestar social y la competitividad de la región.

El as Cámaras de Comercio de Barcelona, ​​Girona y Sabadell, la patronal Pimec allá Cecotasociaciones FemCAT allá Amec y el grupo Economistas Benestar presentó conjuntamente un informe que sostiene que Cataluña dispondrá de 20.000 millones de euros en su presupuesto si tuviera un sistema como el vasco o el navarro.

El colectivo, que no cuenta con el concurso de la patronal Fomento de Treball o influyente El círculo de Economa, hizo un llamamiento al restaurante de entidades empresariales para aunar esfuerzos a fin de conseguir cambiar el sistema para que Cataluña tenga la financiación que se merece. De este modo, recuperará algunos de los argumentos con los que el ex presidente de la Generalitat arturo mas se presentó en el Palacio de la Moncloa, en septiembre de 2012, para exigir al Gobierno de Mariano Rajoy un pacto fiscal. El directente cataln se vali de la negativa del entonces lder del Partido Popular a cambiar las reglas del juego en plena crisis econmica para iniciar el proceso independentista con unas elecciones anticipadas en la que Convergencia en Uni dio el salto a la reclamación de un Estado propio.

régimen foral

Pesa que los impulsivos de esta iniciativa desmintieron que nicamente han puesto el punto de mira en el rgimen foral, el informador presentado la semana pasada seal que Catalua debe tener la capacidad de recaudar y decidir sobrio el destino de los recursos que genera con el objectivo potenciar la competitividad de su economía y de su situación bienestar y ahí progresar de sus ciudadanos al nivel de su esfuerzo, sin eludir la colaboración razonable en el equilibrio y solidaridad territorial.

Las entidades firmantes no han convenido en proponer un modelo concreto de financiación, que puede explicarse desde una autonomía autónoma hasta un sistema concertado o una federación. De hecho, en el colectivo coincide voces como la de la Cmara barcelonesa, controlada desde el ao 2019 por un grupo afn a la Asamblea Nacional Catalanaentidades cercanas a postulados soberanistas, como Cecot y FemCAT, o la patronal de las pymes Pimec, que bajo la actual presidencia de Antoni Caeté ha tratado de alejarse de los debates politicos menos ligados a la economia que, en los primeros aos del procesosatraparon a todo tipo de entidades, como el apoyo al denominado derecho a decidir.

El discurso sobre las balanzas tax autonmicas o la inversin del Estado en Catalua (poco ms del 57% de lo presupuestado, segn los datos proporcionados por Economistes pel Benestar) no deja de ser un regreso a pantallas que el independentismo ya haba dado por superadas hace aos aos. Como admite el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Mónica Rocaque, pesa sostener que la secesión es la única para lograr una buena financiación, consideró conveniente situar en el debate público el problema del déficit, que el informa asegura que es equivalente al 8% del BIP Cataluña desde el año 1986.

Ahora, tras una década de puentes rotos entre Barcelona y Madrid, parte del empresariado catalán confa en que el Govern de Esquerra Republicana vuelva a poner sobre la mesa la carpeta economica en sus negociaciones bilaterales con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

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