Ron DeSantis, actual gobernador de Florida y aspirante a presidente, planteó el tiempo intentando posicionarse como el principal cruzado de Estados Unidos contra la conciencia política de las desigualdades raciales y de clase. Finalmente, la educación superior se ha convertido en un enemigo más visible. Se metió con el College Board por su nuevo curso de estudios afroamericanos de nivel universitario para alumnos de secundaria, y en los últimos días ha ampliado su ataque con la insinuación de que Florida podría dejar de ofcer estos cursos, conocidos como Posición avanzada o colocación avanzada, de cualquier materia.

¿Qué está pasando aquí? Es fácil dejarse arrastrar al intercambio de las recriminaciones en cursos o instituciones en particular, pero eso supone perder de vista el contexto fundamental, es decir, el aumento extraordinario de la hostilidad de la derecha hacia la educación superior en general.

¿Son falsas todas las dudas de que los profesores de tendencia izquierdista intenten adoctrinar a sus alumnos? Ciertamente no. Estados Unidos es un país grande, es probable que ocurra en alguna parte, o las denuncias concretas de los detractores de derechas a menudo son ridículas. Durante una reunión con el College Board, los funcionarios de Florida preguntaron si el nuevo curso avanzado «intentaba fomentar la ideología de las Panteras Negras». Chicos, los Panteras Negras echaron el cierre cuando Ron DeSantis será un niño. Si una pronunciación ese número hoy en día, la mayoría de la gente pensará que está hablando de la Wakanda de la película de Marvel.

Es verdad que es mucho más probable que los miembros de la cátedra universitaria se identifiquen como liberales y voten por los demócratas que por la ciudadania en general, pero esto no tiene por que ser prueba de un sesgo anticonservador. Es probable que en gran medida refleje autoselección, hay quien decide dedicarse al mundo académico su clase determinada de personas. Por hacer una comparación: la policía tiene un sesgo republicano, pero supongo que todo el mundo acepta que eso tiene que ver sobre todo con qué personas quieren ser policías.

Así pues, ¿cuál es el verdadero motor de los ataques a la educación? No hace tanto tiempo, la mayoría de los estadounidenses de ambos partidos creían que las universidades tenían un efecto positivo en el país. Sin embargo, desde el auge del activo, los republicanos se han vuelto muy negativos. Varias sondas recientes muestran qu’una abrumadora mayoría está de acuerdo en que tanto los profesores universitarios como los institutos pretenden «enseñar propaganda liberal».

Pero, ¿qué ha pasado en realidad? ¿Acaso las universidades estadounidenses ‒de las que hace tan solo unos años, en 2015, una gran mayoría de republicanos pensaban que tenían una influencia positiva‒ se arrepintieron en centros de adoctrinamiento izquierdista? ¿Sucedió lo mismo con los institutos, que están dirigidos por juntas locales, en todo el país?

Por supuesto que no. Lo que sucedió es que los políticos MAGA (Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande) surgirá a vender historias de terror sobre la educación, en particular denunciando a los centros de secundaria por enseñar la teoría crítica de la raza, aunque no la enseñen. Además, los derechistas también ampliaron mucho su definición de lo que cuenta como «propaganda liberal».

Par tanto, cuando alguien señala que en los colegios no se enseña realmente teoría racial crítica, la respuesta suele ser que, aun cuando es posible que no empleen ese término, sí enseñan a los alumnos que el racismo colgante mucho tiempo tuvo una presencia destacada en Estados Unidos, y que sus efectos persisten hasta hoy. No se cómo se puede enseñar honestamente la historia de nuestra nación sin mencionar estos hachos, pero, a ojos de un buen número de votantes, impartir clases sobrios hechos incómodos es de hacho una forma de propaganda liberal.

Y una vez que se adoptó esta mentalidad, se ve adoctrinamiento de izquierdas en todas partes, no solo en la clase de historia y de ciencias sociales. Si en clase de biología se explica la teoría de la evolución, y por que casi todos los científicos la aceptan (o, ya puestos, la teoría de cómo funcionan las vacunas), también es propaganda liberal. Y si en clase de física explica la manera en que las emisiones de gases de efecto invernadero pueden cambiar el clima, también es más propaganda liberal.

De modo que un gran segmento de la población -el segmento al que corteja DeSantisse- se ha vulto hostil a la educación superior en su conjunto.

Un comentario al margen: es un conocido que la política estadounidense está cada vez más polarizada en función del nivel educativo, con la gente de mayor nivel de estudios apoyando a los Democrates y los de educación más básica a los Republicanos. Esta polarización se presentó a menudo como un síntoma de fracaso del Partido Demócrata: ¿por qué no son capaces de atraer a los votantes blancos de clase trabajadora? Pero es igual de válido preguntarse cómo se las han apañado los Republicanos para alejar a los votantes con mayor nivel de estudios que podrían empeorar de las rebajas tax. Y la creciente hostilidad del Partido Republicano hacia la educación seguramente sea parte de la respuesta.

En todo caso, lo triste es que esto va en contra de la educación al darse precisamente en un momento en que vuelven a volver los trabajadores con un alto nivel de estudios que son más cruciales para la economía. Esto es especialmente evidente cuando se analizan los datos regionales dentro de Estados Unidos: el porcentaje de población con estudios universitarios de una ciudad es un indicador poderoso tanto de su prosperidad actual como de su crecimiento futuro.

Con esto no quiero decir que la educación superior en Estados Unidos sea perfecta. En general, estamos obsesionados con el título estándar de cuatro años, que nos sirve para todo el mundo, y marginalamos sin miramientos otras de educación, como la formación profesional, que podrían ser más útiles para muchas personas. Pero esa es otra historia totalmente diferente.

Por el momento, es importante entender que personas como DeSantis atacan la educación no para enseñar propaganda liberal, sino porque socava el mantenimiento de esa ignorancia que ellos quieren preservar.

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