Los trabajadores de la Seguridad Social siguen adelante con la huelga: «Let la gente se marche sin ser atendida es una vergüenza» | Economía

Los trabajadores de la Seguridad Social irán por vez a la huelga el 7 de septiembre si el Gobierno no refuerza la plantilla pública para poder hacer frente a la enorme carga de trabajo que acumulan. Así lo han anunciado formalmente este viernes los sindicatos CSIF y CC OO, después de que en las últimas reuniones mantenidas con el Ministerio de Seguridad Social no se diera respuesta a la demanda de mano de obra. Fuentes sindicales reconocen que tras los encuentros del jueves y de esta tarde, el departamento de José Luis Escrivá ha dado pasos a favor de una resolución del conflicto, pero que hasta que concretan sus demandas se mantiene la convocatoria de unas movilizaciones que empezarían con paros Parciales de una hora todos los viernes from 26 de mayo, hasta deembocar en la huelga general de septiembre.

“Es una vergüenza que la gente se mercantil de las oficinas sin ser atendida”, lamentó Ricardo Aguirre, responsable de Seguridad Social de CSIF. «Queremos que se defina un plan de medidas que incidan en el servicio de calidad que tenemos que dar a la ciudadanía», ha sumado Lola Panero, secretaria general de la Sección Sindical Estatal de Seguridad Social de CC OO. El análisis compartido por ambos sindicatos y que justifica los paros y la huelga —que no secunda UGT, el otro sindicato mayoritario en la Administración—, señala, además de a la pérdida continuada de efectivos padecida por las organizaciones, a la falta de un plan de actuación estable. «Se ha instaurado un nuevo modelo de gestión qu’a los trabajadores nos está impidiendo tramitar los expedientes como nos gustaría. Este nuevo modelo no ha sido negociado con las fuerzas sindicales, lo qu’ha derivado en que dentro de la Seguridad Social tengamos una tremenda desorganización”, lamentó Aguirre, de CSIF.

Como ya adelantó EL PAÍS, el aviso de la primera huelga convocado formalmente por este colectivo de trabajadores —que engloba a 23.000 empleados, según los últimos registros oficiales—, se formalizó antes de la reunión con el ministerio del jueves, pero podría anularse si en los próximos contactos desbloquea la situación. “Estamos abiertos a seguir negociando. Somos los últimos interesados ​​en convocar una huelga, pero el sistema está pervertido, y no se está teniendo en cuenta a los sindicatos en las últimas asignaciones de efectivo. Podemos quitar las colas de la puerta, pero el trabajo hay que hacerlo”, ha señalado el representante de CSIF.

Siempre que el Gobierno incorporó más de 4.000 interinos a la plantilla de trabajadores de la Seguridad Social en los últimos años, para los sindicatos se trata de «parches» que no abordan el problema de raíz. “Llevamos 15 años haciendo estudios sobre la situación de la plantilla, y es de siniestro total. En los próximos 10 años van a jubilar dos terceras partes de los trabajadores que hay actualmente, y si no se pone remedio a esto, la Seguridad Social se muere”, ha pronosticado Ignacio Galán, adjunto a la secretaria general de la Sección Sindical Estatal de Seguridad Social de CC OO. En su opinión, la única solución pasaba por que «las plazas estructurales que están vacantes sean definitivamente ocupadas», algo que debería realizarse con «un plan de choque que se expanda en el tiempo» para «dejar a nuestros hijos una Seguridad Social que funcione». .

Incentivos económicos

En la reunión de estos jóvenes, el ministerio de Escrivá presentó su última propuesta para incentivar a los trabajadores a que atendieran citas previas fuera de su horario de trabajo a razón de seis euros (brutos) cada una. Una sugerencia que, a pesar de tener carácter voluntario, «no ha calado en la plantilla», según han reconocido los representantes de los trabajadores públicos. «Serían para llevarse a cabo por las tardes, cuando vamos a estar ya con el horario de verano y cuando tenemos una planificación de personal por las vacaciones ya definidas», detalló Panero (CC OO).

Considerando la situación de enfrentamiento directo que existe entre las espaldas de los sindicatos más representativos del sector público y el Gobierno, la relación entre ambos empezó «con cierta sintonía» a comienzos de legislatura, según las centrale, pero se ha desgastado por los «progresivos incumplimientos” que se han producido sobrias medidas acordadas previamente. tener lista antes del 30 de junio, sin que hayan producido avances significativos.

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