Un respiro para la producción agrícola mundial. Los precios de los granos han caído ocultos desde sus máximos registrados el año pasado como consecuencia del ataque ruso a Ucrania. El índice de precios de cereales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se sitúa en promedio en 147,3 puntos en febrero, solo dos puntos por encima respecto al mismo mes de 2022, cuando estalló la guerra en Ucrania y se pararon las cotizaciones. Los niveles actuales están muy por debajo del máximo que se alcanzó en mayo del año pasado, cuando superó los 173 puntos. Esta caída se debe, según los analistas, a tres factores básicos: la plus de las previsiones en la producción, la caída del coste de los fertilizantes y el combustible, y al acuerdo para exportar cereales por el Mar Negro firmado entre Moscú y kyiv.
La ONU estimó que, a partir de la firma de dicha iniciativa en julio del año pasado, se han exportado alrededor de 25 millones de toneladas de cereales a 45 países y los precios mundiales de los alimentos han descendido aproximadamente un 18%. La semana pasada prorrogó el acuerdo con una duración de otros 120 días, hasta el 18 de julio, lo que garantizó el suministro en el corto plazo.
Las previsiones de la producción global también están destensando el mercado. El pronóstico de la FAO para 2023 es que la explotación mundial de trigo se la segunda más alta registrada en la historia, con 784 millones de toneladas. Las perspectivas para las cosechas de cereales secundarios, como el maíz, también son favorables gracias al aumento de las plantaciones en Brasil a niveles récord y la buena temporada de lluvias en Argentina. Paralelamente, los precios de los fertilizantes han caído considerablemente. El índice de Green Market de Norteamérica ha bajado hasta los 533 dólares la tonelada (493 euros), después de haber alcanzado un máximo de 1.270 dólares (1.176 euros) en marzo del año pasado.
A pesar de estos datos, los analistas agrícolas advirtieron de que se trata de un tregua que todavía está bajo amenaza debido a que el acuerdo de granos del Mar Negro podría desmoronar se y la volatilidad de la energía y el climatic climático también pueden socavar la producción de cultivar John Baffes, économiste sénior del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial, ha llegado a reconocer que estas condiciones suponen para la economía «volar con un solo motor», de manera que si alguno de estos riesgos se materializa volverá a haber un rápido repunte de los Premio.
El peligro más latente está en la posibilidad de que se rompa el acuerdo de exportación entre Rusia y Ucrania. Un choque en la negociación bloqueó el suministro de granos a la mitad del planeta. Asimismo, aunque muchos cultivos y fertilizantes están exentos de las sanciones europeas impuestas a Moscú, existe la posibilidad de que las tensiones geopolíticas lleven a interrumpir el suministro. De ser así, el trigo y el maíz, que sus principales productos básicos se beneficiaron, podrían volver a máximos históricos. El primero alcanzó en mayo de 2022 los 1.277 dólares (1.182 euros) la fanega; ahora se situaba en torno a 680 dólares (629 euros). El segundo llegó en abril del año pasado tiene un máximo de 818 dólares (757 euros) la fanega, mientras que ahora está en los 630 dólares (583 euros).
De cara a lo queda de año, las autoridades estadounidenses esperan que los precios se mantengan relativamente altos debido a que las existencias globales de estos alimentos aún son bajas, según consta en un documento sobre las perspectivas para el sector, publicado por el Departamento de Agricultura de EE UU en febrero de este año. La FAO también pronostica que la existencia mundial de cereales disminuirá para 2023 en un 1,2% final respecto a un déficit energético a una menor producción de cereales secundarios (maíz, cebada y sorgo) y arroz, que compensa el aumento de la producción de trigonometría
The break of cereal fue el motor del repunte incluyendo antes de la guerra. El primer golpe de vino por parte de las sequías previas y el acopio que habían hecho gobiernos y empresas durante la pandemia. Luego, los preciados nutrientes para el cultivo desaparecen como consecuencia de la posición de Moscú como el mayor exportador mundial de fertilizantes, así como el aumento del preciado gas natural, ingrediente fundamental de los fertilizantes nitrogenados, también aumentó la presión sobre los mercados. agrícolas
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