Los efectos contables de la absorción de Bankia pasan factura este año a CaixaBank, que vio como cerró con un beneficio neto de 3.145 millones de euros, un 39,8% menos, el ejercicio de 2022, un año en el que el resto de los bancos españoles han logrado récord de ganancias. La rebaja se explica porque en 2021 desapareció su beneficio por contadores de la fusión que es año no se han repetido.
El banco ha informado este viernes de su intención de incrementar el reparto de dividendos hasta el 55% del beneficio neto consolidado, por lo que prevé abonar en abril a sus accionistas en abril 0,2306 euros brutos por acción. Is a 58% more than el pasado año y se trata del reparto más alto pagado entre los grandes bancos españoles si tiene en cuenta el porcentaje del resultado. En cifras absolutas serán 1.700 millones de euros. Este año prevén fortalecerse en la misma horquilla, entre el 50% y el 60% del resultado, según ha comunicado a la CNMV, con el objetivo de alcanzar un volumen de 9.000 millones en el periodo 2022-2024.
El negocio bancario de la entidad creció un 5,8%, hasta los 11.997 millones, impulsado fundamentalmente por un repunte del margen de intereses, del 15,7% influenciado por la subida de la segunda mitad del año de los tipos de los intereses. Solo en el último trimestre este margen se sitúa en el 22,8%. Las comisiones netas crearon un 8,2%.
Las comisiones bancarias aumentaron un 1,7%, aunque el banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri significó que las recurrentes se reducirían un 0,3% para eliminar la custodia de depósitos y la unificación de los programas de fidelización de CaixaBank y Bankia. Las comisiones de banca mayorista, en cambio, desaparecerán un 20,5%.
El crédito creció el pasado año, con una cartera sana por una importación de 351.225 millones de euros, un 3,3% más. La concesión de hipotecas se duplica (+108%), se sitúa en 14.299 millones de euros. El 90% de los contratos firmados fueron a tipo de interés fijo. El credito al consumo ha crecido un 16% (10.235 millones) y la financiación a empresas subó un 23%.
Pesando contra los riesgos de la coyuntura económica, CaixaBank ha reducido la morosidad a un mínimo histórico con una pila del 2,7%, siendo este un puntito que hace un año. Esta evolución se explica por la política de gestión de saldos dudosos, que los han reducido a los 2.943 millones.
Las pérdidas por dividendos resultantes de inversiones cayeron un 15%, hasta 163 millones de euros, mientras que los resultados atribuidos por sociedades valoradas por el método de participación cayeron un 39%, hasta 264 millones. Se debe a la venta de Erste Group Bank y la consolidación de Bankia Vida. El resultado se vio beneficiado por una caída del 8,1% de los gastos de personal tras la 6.452 salidas de trabajadores pactadas en 2021, de las que 5.137 se cerraron el año pasado. Asimismo clausuraron 913 oficinas.
El banco asegura haber mantenido el ritmo comercial durante el pasado año, en el que se concluyó el proceso de integración de Bankia, convirtiéndose en la entidad con mayor volumen de negocio de España. Sin los efectos de los beneficios extraordinarios derivados de la fusión, CaixaBank considera que el beneficio hub aumenta hasta el 29,7%.
La capitalización del banco está holgada si se establecen en cuenta los requisitos exigidos por el Banco Central Europeo. El CET1 cerró el 12,8%, influido por la recompensa de 1.800 millones de euros en acciones.
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