Un repentino incendio nocturno destruyó la fábrica y las instalaciones de la empresa Cascajares, en Dueñas (Palencia, 2.500 habitantes). El fuego, cuyas causas aún se investigan, se produjo cuando en el interior de la fábrica funcionó un turno de empleados de producción que ha podido salir «bien», según apuntan fuentes de la compañía. Desde la empresa afirmó que «no queda nada» y lamentó que «no queda nada que vender ni que fabricar». Este grupo de alimentos tiene su base en Palencia y en los últimos años se ha extendido a Canadá. Cascajares estuve haciendo unas obras para ampliar la fábrica ante los buenos resultados económicos y ventas de los últimos meses.

Un trabajador de la empresa, cuya plantilla cuenta con más de 60 personas en su comarca de Dueñas y que generará un importante impacto económico en la comarca porque la materia prima es el trabajo que procede principalmente de su entorno, asegura que “la fábrica está ha quemado entera” . El presidente y fundador de la empresa, Alfonso Jiménez, ha declinado hablar porque se encuentra “en conmoción“por lo acontecido, que conlleva pérdidas de millones de euros más aún en estos momentos, cuando estaban invirtiendo para mejorar y hacer más grandes las instalaciones.

La empresa ganó relevancia nacional e internacional cuando en la boda de los reyes Felipe VI y Letizia se dedicó parte del menú de los invitados. La pandemia, que ostensiblemente redujo su actividad por la parálisis que ocasionó en la hostelería, estaba quedando atrás y estaba volviendo a números de 2019, cuando facturaron en el año casi 10 millones de euros. La pandemia redoujo la cifra tiene 6,26 millones entre julio de 2020 y junio de 2021. Los últimos meses han sido intensos para la compañía palentina, pues un tercio de su facturación anual llega en Navidad gracias a especialidad como el capón, las carrilleras de ternera y cerdo, el cochinillo, el pavo relleno o la pularda. Cascajares se fundó en 1994 entre Alfonso Jiménez y su amigo Francisco Javier Iglesias con 160.000 pesetas (menos de 1.000 euros). Además casi 30 años de funcionamiento se había convertido en uno de los negocios más importantes de la gastronomía de Castilla y León.

«Hemos llorado todo lo que había que llorar, ahora estamos convencidos de que vamos a salir más fuertes y hacer borrón y cuenta nueva», destaca el trabajador del grupo, que confía en que la fábrica de Canada puede seguir creciendo a buen ritmo y ayudar un impulso la necesaria recuperación. Las llamas han comenzado hacia las tres y media de la madrugada y los bomberos desplazados desde varias bases de Palencia, a quienes los empleados de Cascajares han agradecido su esfuerzo, no han podido hacer más que contener su avant. La compañía va a lanzar un comunicado durante la mañana de este jueves para informar de los hechos y de que van a “empezar desde ¡Ya! un nuevo Cascajares”.

EL PAÍS de la mañana

Despiertate con el análisis del día por Berna González Harbour

RECIBELO