La inflación ha derretido los salarios de la mayoría de españoles. El año pasado los precios crecieron un 8,4% y los salarios recogidos en convenio, de media en torno a un 3%. Y en lo que llevamos de año han aumentado por forma parecida, la tasa de inflación promedió 4,1% en abril. Los agentes sociales han oficializado este miércoles un acuerdo para corregir, al menos en parte, esta profunda pérdida de poder adquisitivo. Los líderes de CC OO, UGT, CEOE y Cepyme han firmado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el quinto Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), una guía de consejos que los representantes de empresarios y trabajadores trasladan a los encargados de negociación colectiva.

Primero han intervenido los jefes de la patronal. «Este acuerdo da estabilidad y tranquilidad a las empresas para que sepan en qué línea deben trabajar», comentó el director de la CEOE, Antonio Garamendi. El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha valorado qu’este acuerdo aporta «certidumbre» en un momento de «incertidumbre interna y externa». “La negociación colectiva es un instrumento de reparto de riqueza. En ese sentido, este acuerdo va en la buena dirección», ha comentado el jefe de UGT, en una línea parecida a la del secretariado general de CC OO, Unai Sordo: «Si los compromisos salariales se trasladan a las mesas, calculamos que habrá subidas a final de 2025 de entre el 10,33% y el 13,56%, dependiendo de la inflación”.

El incremento mínimo acordado es del 4% en 2023, 3% en 2024 y nuevo 3% en 2025. A la subida recomendada para 2024 y 2025 se incorporará un 1% adicional anual si la inflación supera estos incrementos. Esta cáusula también aplica a 2026, pero no hay incremento de partida acordada para ese año. Las empresas no están obligadas a acatar estas recomendaciones y los comités pueden requerir incrementos mayores, pero el acuerdo es de mucha trascendencia, ya que empodera a los empleados de uno de los países desarrollados en los que más ha caído el podersitivo para decir a los dueños de su empresa «tus representantes piden que me subas el salario».

A la pregunta sobre qué llamamiento hace a las empresas que no aplican estos incrementos, Garamendi ha contestado que lo pactado «es la senta a seguir». “Esto es lo que hemos acordado y es la línea en la que deberíamos trabajar. Lo que hemos acordado es lo defendemos en las mesas de negociación”, ha comentado el líder patronal. Los jefes sindicales han enfatizado que, aunque el acuerdo no sea obligatorio, las empresas no deben ignorarlo: Sería bueno que en un plazo corto podamos dar salida a esos 1.400 convenios que dan pendientes”, comentó Álvarez.

El acuerdo va más allá de las recomendaciones salariales. Los firmantes piden contención frente a la inteligencia artificial; considerando como “imprescindible” la adopción de “fórmulas flexibles para la programación del tiempo de trabajo” y la racionalización del horario; Pide cuenta con empresas y comités que identifican los lugares de trabajo y funciones susceptibles de trabajar a distancia, una duración máxima de teletrabajo y que haya un porcentaje de derivación; fomentar la desconexión digital; la impulsividad de los programas de prevención laboral; invitados a potenciar “formulas de jubilation graduelle y flexible para facilitar el tránsito desde la vida activa al retiro laboral”; “preocupación” manifiesta por los indicadores de incapacidad temporal derivados de contingencias comunes e instantáneas a la Administración a desarrollar convenios con las Mutuas; Insistimos en la “formación continua” y en la “necesidad” de “facilitar la recualificación” de los trabajadores.

También surge de una lectura importante: los agentes sociales vulven a ponerse políticamente de acuerdo, como ya hicieron con la reforma laboral, la primera subida del salario mínimo (SMI) de la legislatura, la primera parte de la reforma de las pensiones o los ERTE. El entendimiento se quebró en los dos posteriores incrementos del SMI y en la segunda fase de la reforma de las pensiones, pero este pacto cambia la dinámica negativa, a solo 18 días de las elecciones autonómicas ya medio año de las generales. No ha habito político en la firma del acuerdo, como sí sucedió en el anterior acto oficial del AENC: in 2018, el último, el acudió la entonces ministra de Trabajo socialista Magdalena Valerio. Hacer una excepción. «Nadie (del ámbito político) puede atribuirse este pacto», dijo el líder patronal en una entrevista en CincoDías.

[Noticia de última hora. Habrá actualización en breve]

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