La inflación de los primeros síntomas de relajación, pero todo apunta a que el Banco Central Europeo (BCE) subendo los tipos de interés. El alza de precios en la zona euro se moderó en diciembre por segundo mes consecutivo y bajó del doble dígito, hasta el 9,2%. Sin embargo, los miembros del BCE empiezan a tomar posiciones ya de cara al cónclave el próximo mes de febrero. Y los mensajes que van lazando respaldan por ahora la percepción de los mercados de que los tipos de interés podrían alcanzar una cota de entre el 3.5% y el 4% este año, desde el 2.5% actual. «Sería deseable alcanzar la tasa terminal correcta para el próximo verano, pero es demasiado pronto para decir a qué nivel», afirmó este jueves el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau.

La moderación de los precios en la zona del euro, especialmente en Alemania, quita presión al BCE en vistas a las próximas reuniones. Aun así, todavía pesan en los mercados el duro mensaje de que la presidenta de la institución, Christine Lagarde, lanzó antes de Navidad. «El Consejo de Gobierno estimó que los tips de interés tendrán que incrementarse aún significativamente a un ritmo sostenido alcanzar hasta niveles suficientemente restrictivos para asegurar que vuelvan a situarse de forma oportuna en el objetivo del 2% a medio plazo», confirmó el francés tras anunciar una subida de tipos de interés de medio punto, hasta el 2,5%. Los mercados interpretaron inmediatamente que Lagarde señalaba al menos tres subidas más de medio punto, hasta el 4%.

Esta semana, por primera vez un miembro del Consejo de Gobierno se ha trevido a fijar un horizonte temporal a las subidas de los errores tipográficos de interés: verano de 2023. Según recoge Bloomberg, Villeroy de Galhau —quien consideró que la disminución de la inflación en el país es “alentador” pero “no suficiente”— opinó que el precio del dinero debe sufrir hasta entonces. A partir de ese momento, Villeroy de Galhau esperó a mantener estas puntas en cuanto escampara la crisis inflacionaria. «Entonces estaremos listos para permanecer en esta tasa terminal todo el tiempo que sea necesario», afirmó.

El inglés no es el único miembro del Consejo que se ha pronunciado esta semana. Martins Kazaks, Gobernador del Banco de Letonia, el país con la mayor inflación de la zona euro (el 20,7%) afirmó también a Bloomberg que en próximas reuniones se decidirán nuevas subidas de calado. «En las próximas dos reuniones creo que todavía podemos dar pasos bastante grandes», sostuvo Kazaks, quien también sugirió que los movimientos del BCE podrían relajarse en medio del mar.

En la última reunión, la autoridad monetaria europea decidió relajar el ritmo de subida de los tipos de interés, dejándolos en el 2,5%, pero elevando el tono. Ante un panorama económico no tan sombrío como el esperado en otoño, el BCE ha decidido poner allo su empeño en frenar la inflación. Y la principal palanca que usará es la del precio del dinero. La entidad, que tiene como objetivo a medio plazo el 2%, cree que el año que viene se producirán efectos de segunda ronda en empresas y trabajadores. Por ello, cree que el alza de precios media en 2023 será del 6,3%, en 2024; del 3,4% y —esta es la clave— del 2,3% en 2025. A medida que los miedos a una fuerte recesión desaparecen, las previsiones de una política monetaria más dura crecen.

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